Cuando
se adelgaza, los últimos kilos se pierden más lentamente que los primeros. ¿Qué
hay de verdad en esto?
Es una de las preguntas
e ideas más arraigadas en las personas que adelgazan. En realidad, y basándome
en mi experiencia ayudando a distintas personas a conseguir el peso adecuado,
esta es una creencia que se basa en experiencias personales en las que esto
sucede así, que los últimos kilos se pierden con más lentitud que los primeros,
y que es errónea aún siendo real.
¿Qué quiere decir que es
errónea aunque real?
Simplemente quiere decir
que , a pesar de que la mayoría de la gente suele bajar más lento los últimos
kilos que los primeros, no se debe a que se pierdan mal, sino a que la motivación
para seguir de manera correcta el plan que se decidió en un principio, ha
disminuido.
Cuando se ha adelgazado
más o menos la mitad de los kilos que cada persona decide, la visión que se
tiene de sí va modificándose, produciéndose un cambio positivo en la autoimagen
corporal, además de la autoestima, lo que hace que se baje la guardia con
aquellas cosas que pueden entorpecer la bajada de peso y produciéndose una
ralentización de la misma.
Quienes deciden mantener
el ritmo hasta llegar al objetivo, a pesar de encontrarse muy bien con su peso,
bajan el último kilo tan bien como el primero. Es cuestión de decisión, y esto
sólo está en manos de cada persona. Adelgazar, además de una cuestión
conductual, es una cuestión mental que requiere que se trabaje para que
mantener el peso adecuado en el futuro sea posible.
Rocío Rodríguez Salinas
LINSA - LÍNEA Y SALUD
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