La forma de cocinar es muy importante para favorecer la pérdida de peso
Cosas que debes cambiar en tu forma de cocinar para perder peso
La organización dentro de la cocina, a la hora de comprar y en el cocinado, son los elementos clave para adelgazar
Comer saludable no es sinónimo de plancha o al vapor únicamente
Muchas veces la clave para adelgazar está en no hacer dieta.
Nos obsesionamos con seguir unas estrictas pautas de alimentación, en
muchas ocasiones poco saludables, pensando que esa es la solución para
perder peso. Pero en infinidad de ocasiones la clave para quitarnos esos
kilos que no nos hacen sentir bien es, simplemente, seguir una
alimentación que se ajuste a unos parámetros saludables, sin necesidad de restricciones y de contar calorías.
Conseguir una dieta equilibrada no solo consiste en elegir alimentos
sanos, también es muy importante la manera en la que cocinamos y cómo
nos organizamos en la cocina. Ana Amengual, dietista nutricionista del
centro Júlia Farré, explica que, el problema principal al que nos enfrentamos es que «cocinamos poco». Comenta que hemos perdido la costumbre de pasar ratos en la cocina y
que salir a comer fuera o pedir comida a domicilio «cada vez complica
más cuidarse». Adriana Oroz, dietista nutricionista de la clínica Alimmenta
de nutricionistas en Barcelona, refuerza esta idea, apuntando que el
ritmo de vida que llevamos hace que tengamos tiempo para cocinar. «Hemos
dejado los fogones de nuestras madres o abuelas para dar paso a comidas
y platos preparados o precocinados», dice, y añade que estos alimentos «están comprometiendo nuestra salud».
A través de la planificación
podemos mejorar nuestros hábitos de alimentación. No solo es importante
tener esto en mente a la hora de ir a la compra o pensar nuestro menú,
sino que, aplicar técnicas de cocinado que no implican grandes
cantidades de aceite o frituras es otro de los pilares que sostienen una
alimentación saludable. «Comer saludable no es sinónimo de plancha o al vapor únicamente. Tal vez el error comienza al pensar en eso», apunta la profesional de Alimmenta.
La clave, la rutina saludable
Nos da Ana Amengual un decálogo de trucos para, en el momento en el
que nos pongamos a cocinar, hacerlo de la manera más saludable posible: 1. En primer lugar, la profesional nos recomienda «acostumbrarnos a cocinar y manipular materias primas y reducir el consumo de ultraprocesados». Es importante que nuestra alimentación diaria se base en materias primas, como vegetales, hortalizas, legumbres, carne o pescados y nos olvidemos de los precocinados. 2. También, nos recomienda «cocinar siempre con aceite de oliva virgen extra»,
y advierte que es importante, siempre que cocinemos con una grasa, sea
del tipo que sea, evitemos que esta humee. El aceite es la grasa de
mayor calidad para cocinar y aliñar. Pero si se calientan demasiado, se
pueden formar compuestos que no son nada saludables para nuestro
organismo. 3. Asimismo, nos insta a «variar entre los diferentes tipos de cocción»,
ya que cambiar los procesos a lo largo de la semana, nos ayuda a
obtener más variedad en nutrientes de los diferentes alimentos,
especialmente de los vegetales y hortalizas. 4. Es importante «evitar las pastillas de caldo concentrado»,
ya que tienen ingredientes de baja calidad nutricional y muchísima sal,
por lo que su uso no aporta ningún beneficio a nuestra alimentación. En
relación a ello, la profesional nos anima a «no pasarnos con la sal»
y condimentar más con especias y hierbas aromáticas. Ana Amengual nos
recuerda que la recomendación máxima de sal diaria es del volumen de una
cucharadita pequeña.
5. Por último, comenta que,
«si queremos añadir harina a alguna cocción, por ejemplo para espesar
una salsa, es preferible que sea integral o de legumbres».
Un hábito que podemos adoptar para mejorar nuestra alimentación y,
por consiguiente, adelgazar, es hacer
«batch cooking»,
es decir, preparar un día todas las comidas para el resto de la semana.
«Si lo tienes preparado, vas a comer bien seguro. Además, sienta muy
bien llegar a casa y tener la comida lista para comer», explica Adriana
Oroz. Asimismo, comenta la profesional del centro Júlia Farré que
podemos utilizar esta técnica para llevarnos un
tupper al trabajo, o simplemente para comer y cenar en casa, con la tranquilidad que conlleva tener platos ya preparadas.
Oroz dice que, si este método no encaja con nosotros y no somos
capaces de organizarnos, no debemos desanimarnos. «Es un recurso más, no
el único. Si no te funciona, no quieres comer lo que tenías pensado, la
comida se te pone mala... ya no te estas beneficiando de este método y,
¡no pasa nada!», apunta la experta.
El siempre útil microondas
Para terminar, ambas nutricionistas hablan sobre las virtudes del
microondas, una manera de cocinar rápida y que puede resultar muy
saludable. «Usado correctamente es cómodo y seguro, acorta los tiempos de cocción
y garantiza la alta proporción de vitaminas y minerales de los
alimentos frescos. No solo te puede ayudar a calentar o descongelar
comida», dice Adriana Oroz.
Es importante saber que el microondas calienta
a través del agua, por lo que no requiere aceites ni otros tipos de
grasas. «En alimentos que contengan menos agua y puedan quedar secos,
como patatas u otras hortalizas, nos quedará mejor añadiendo una pequeña
cantidad de agua para evitar que se deshidrate», concluye Amengual.
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