Estudio de la “dieta total” y su impacto en la salud, incluyendo el riesgo de cáncer
¿Afecta lo que comemos o bebemos nuestro riesgo de padecer cáncer?
Muchos estudios han preguntado esta cuestión, pero lograr responderla
es problemático. Los alimentos y las bebidas, así como los nutrientes y
los ingredientes dietéticos que estos contienen, se consumen en
conjunto, nunca en forma aislada.
A fin de tener en cuenta este factor y mejorar la calidad de la
investigación relacionada con la conexión entre dieta y enfermedades, la
comunidad de investigadores está cambiando la manera en que observamos
el efecto de la dieta en la salud y en cómo evaluamos la dieta y el
riesgo de cáncer. Estamos adoptando un enfoque más integral y estudiando
patrones dietéticos frente a alimentos o nutrientes específicos a lo
largo de la vida, y estamos creando herramientas que pueden incorporar
patrones dietéticos para reflejar este cambio.
En otras palabras, estamos interesados en evaluar el significado para
la salud de comer brócoli o una hamburguesa, pero dentro de un contexto
más amplio de patrones dietéticos y calidad general de la dieta que
incluye lo que comemos, el lugar, tiempo, modo y razón por la que
comemos.
Ampliación del enfoque de investigación de la dieta
La investigación de la dieta y el riesgo de cáncer a menudo ha
adoptado un planteamiento reduccionista, enfocándose en componentes
dietéticos específicos. Sin embargo, ese enfoque presupone que un
alimento o nutriente por sí solo, sin tomar en cuenta otros alimentos o
nutrientes que lo acompañan, induce un efecto biológico específico que
puede fomentar la formación y crecimiento de células cancerosas.
Pero existen limitaciones, y resultados impredecibles, cuando se usa
solo este enfoque. Por ejemplo, a finales de la década de 1980, se
inició el Estudio para la Prevención del Cáncer con Alfatocoferol y
Betacaroteno cuando algunos estudios hallaron que la dieta con alto
contenido de ciertas vitaminas se asociaba a una reducción del riesgo de
cáncer de pulmón. Sin embargo, tomar estas vitaminas en forma de
píldoras (y no como ingredientes de los alimentos) no redujo la
incidencia de cáncer de pulmón en los fumadores, y es posible que haya
causado algunos daños.
Estos resultados paradójicos en apariencia, pueden explicarse si
reconocemos que el consumo de nutrientes y alimentos está fuertemente
conectado, lo que hace difícil examinar las asociaciones entre cualquier
tipo determinado de factor dietético y las enfermedades crónicas.
Aumentar de forma considerable el consumo de un nutriente tomándolo en
forma de complemento puede tener efectos impredecibles, como la
reducción de la absorción o de las concentraciones circulantes de otros
nutrientes beneficiosos.
Es también probable que haya efectos de interacción o sinérgicos
entre alimentos y nutrientes, de manera tal que la totalidad de la dieta
puede tener un efecto acumulativo. Esta puede ser una de las razones
por las cuales el estudio de Enfoques Dietéticos para Detener la HipertensiónNotificación de salida
financiado por los NIH, un estudio clínico que examinó el efecto de
cambiar el patrón dietético general en lugar de un único alimento o
nutriente, mostró resultados de salud positivos.
Al estudiar la calidad de la dieta total, podemos intentar armar el
rompecabezas con todas sus piezas. Podemos estudiar más allá de ciertos
alimentos y nutrientes y entender cómo se consumió ese alimento y qué
otros problemas pueden existir, como la frecuencia de las comidas y los
ritmos circadianos. El NCI ya está financiando investigaciones que
estudian estos y otros factores que pueden definir una dieta total.
Cómo está trabajando el NCI para mejorar la investigación de patrones dietéticos
Cada 5 años, el Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA) y
el NCI colaboran para actualizar una herramienta dietética denominada Healthy Eating Index (HEI).
Esta herramienta se usa para evaluar cómo se alinean los patrones
dietéticos, o cualquier serie de alimentos en la cadena de suministro,
con las más recientes Pautas Dietéticas para los Estadounidenses.
El HEI fue aplicado por investigadores
para describir la calidad de la dieta en la población de los Estados
Unidos. Se ha usado también para evaluar la calidad de los alimentos que
se encuentran en diferentes ambientes: por ejemplo, en un restaurante
de comida rápida, en un programa federal de distribución de alimentos,
en un banco de alimentos o en la cafetería de una escuela.
Las más recientes Pautas Dietéticas (para 2015–2020)
reflejan este cambio de enfoque hacia la dieta total. Por ejemplo, las
guías ahora enfatizan un enfoque generalizado de la dieta, como seguir
un patrón de dieta saludable durante toda la vida; comer una variedad de
alimentos, enfocándose en la cantidad y la densidad de los nutrientes; y
limitar los azúcares agregados y las grasas saturadas y reducir el
consumo de sodio.
Nuestras actualizaciones más recientes del HEI, descritas en tres artículos de la publicación Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, reflejan también este énfasis en la dieta total.
El hecho de que ahora una herramienta como el HEI puede aplicarse a
cualquier serie de alimentos en la cadena de suministro es importante
porque grandes segmentos de la población no tienen acceso a los
alimentos saludables, o no pueden permitírselos. Si evaluamos cómo se
alinea una serie de alimentos (por ejemplo, los que provee un banco de
alimentos) con pautas dietéticas enfocadas en la dieta total, entonces
podremos trabajar con el fin de mejorar esa serie de alimentos para
minimizar el riesgo de cáncer y otras afecciones de salud.
En un editorialNotificación de salida
adjunto a nuestros artículos sobre el HEI, la doctora Barbara Millen,
presidenta del Comité Asesor de las Pautas Dietéticas 2015 escribió que:
"la base de evidencia vincula de manera mucho más fuerte que nunca
antes la dieta total (patrones dietéticos, densidad de los nutrientes y
calidad general) con la promoción de la salud y la prevención de
enfermedades a lo largo de toda la vida del ser humano".
Estamos de acuerdo con la doctora Millen de que un HEI actualizado es
una "herramienta poderosa para evaluar la calidad de la dieta total" y
esperamos que otros investigadores usen el HEI y otras herramientas
basadas en evidencia que integran en forma total este enfoque en la
dieta total.
Y el momento para el cambio es el adecuado. Hay un creciente interés
en plataformas en internet y aplicaciones para controlar la dieta y la
actividad física que pueden integrarse con herramientas de evaluación
como el HEI, esto ofrece oportunidades para nuevas investigaciones,
herramientas y tecnologías que en última instancia ayudarán al diseño de
intervenciones personalizadas de nutrición a nivel individual y
comunitario.
Para asistir en la medición de patrones dietéticos, por ejemplo, el
NCI respaldó la creación de una herramienta de evaluación dietética
disponible en forma gratuita, la Automated Self-Administered 24-Hour Dietary Assessment Tool (ASA24),
que permite a los participantes de las investigaciones notificar lo que
han consumido dentro de las últimas 24 horas o en tiempo real como
registro de comidas. Esta herramienta ofrece información que otras
herramientas anteriores no ofrecían, como el momento en que se consumió
el alimento, dónde y con qué otros alimentos y bebidas.
Ha sido fascinante observar cómo se amplía el campo de investigación
sobre dieta y el cáncer, y seguiremos mejorando los métodos para
incorporar este nuevo enfoque de tener en cuenta a la dieta total.
Nuestra esperanza más grande es que investigaciones como esta puedan
guiar mejor las iniciativas para entender cómo lo que comemos afecta
nuestra salud y, de esa manera, servir de base para políticas y
prácticas que reducen el riesgo y mejoran la salud de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario