Elimina el puré de patatas de tu dieta: estas son las 3 razones principales
Aunque muchas personas consideran que el puré de patata es una opción saludable, en realidad se convierte con facilidad en azúcares simples.
Al final, 100 gramos de patatas fritas suelen contener unas 500 kilocalorías, pero lo peor no es esto. Las patatas fritas no cuentan con nutrientes interesantes para la salud —de hecho, la Universidad de Harvard excluye a las patatas del grupo de las verduras— y, además, al contener poca fibra y ser tan palatables, se comen de manera compulsiva una detrás de otra. De todas formas, no tenemos por qué demonizar a estos tubérculos si los tratamos de manera saludable.
El almidón de las patatas
En este sentido, existe una guarnición de patatas que tiene un índice glucémico más alto que las demás: el puré de patatas. Algunas personas consideran que este producto es saludable porque se elabora a partir de patatas cocidas. Sin embargo, machacar las patatas hasta convertirlas en un puré tiene un efecto secundario indeseado: el almidón se rompe en forma de azúcares más simples y el nivel de glucosa se dispara.
Los altos niveles de glucosa se compensan con la liberación de insulina, cuando el cuerpo se expone a altos niveles de esta hormona se pueden generar resistencias. Es decir, que aumenta el riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y sobrepeso. Esto se debe a que los alimentos con un alto índice glucémico provocan que la sensación de hambre reaparezca antes que los alimentos con un índice menor. Además, los alimentos que no se mastican, como es el caso del puré, provocan menos saciedad y, al final, terminamos consumiendo más cantidad.
Casero o procesado
Los purés de patata que consumimos con más frecuencia son los que se elaboran de manera rápida con sobres de polvos o copos de patatas. Se trata de un producto procesado con mala fama: está compuesto por un 99% de patatas deshidratadas y el resto son aditivos que, aunque son seguros, destacan el grado de procesamiento al que ha sido sometido este producto. Para devolver a la vida a estas patatas se recomienda hervir el contenido de los sobres con agua y con leche
Ahora bien, otras recetas de purés de patatas pueden llevar mantequilla y leche entera para mejorar su sabor con la incorporación de estas grasas lácteas. Sin embargo, estas recetas aumentan en gran medida la cantidad total de grasas saturadas del producto. Aunque se ha demostrado que las grasas que proceden de los derivados de la leche no son malas para la salud, en este caso aumentan de manera innecesaria el contenido total de kilocalorías.
En conclusión, el puré de patata es una guarnición que debemos consumir con moderación: en primer lugar, porque sus carbohidratos se transforman en azúcares rápidamente; también porque su alto índice glucémico se relaciona con un mayor riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades del corazón; y, por último, porque al no tener que masticarlo consumimos una mayor cantidad de patatas que si las tomáramos, por ejemplo, al horno. Una alternativa saludable a esta guarnición pueden ser las ensaladas o los pimientos asados.
FUENTE: https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20220316/elimina-pure-patatas-dieta-razones-principales/657434674_0.html
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